17 BALAS
Weapons (2025)
Resulta innegable que Zach Cregger es una de esas voces que han llegado al cine de terror para ofrecer algo fresco, nuevo. Les ocurre exactamente lo mismo a los señores Danny y Michael Philippou, su Bring her back es lo mejor del año para mi.
Pero hoy no estamos hablando de los hermanísimos, hoy hablamos del fenómeno que cautivo la taquilla hace apenas unos meses, WEAPONS… ¡qué gran trailer nos metieron!
La película narra los extraños acontecimientos ocurridos en una pequeña ciudad de Pensilvania. A las 2 y 17 de la madrugada, 17 niños de una misma clase desaparecen sin dejar rastro en mitad de la noche. Solo uno de ellos, ALEX, nuestro protagonista, parece inmune a tan trágicos hechos.
Leo que el guión ruló por todas las majors del país y que todo quisqui quiso hacerse con él. Sin embargo, el director y guionista de Barbarian decidió hacerlo él mismo. Si bien su anterior film peca del típico error de novato: gran primer acto que va desinflándose hasta convertirse en algo ridículo, aquí Cregger parece aprender de sus errores y nos mete un segundo y tercer acto un poco más elaborados.
Estructurada en seis actos, a lo PTA, para así ser testigos de la versión de los hechos junto al personaje de turno, el film empieza con una fuerza desorbitada. El thriller psicológico y el terror lo domina y lo ejecuta con una maestría sorprendente. Su seña de identidad, el travelling hacia adelante al que añade zoom en postproducción le viene al pelo, su cámara se convierte en bala para meterte de lleno en la escena.
Es el segundo acto donde me vienen las dudas. Durante una pesadilla, el personaje interpretado por Josh Brolin (uno de los padres que intenta recuperar a su hijo) , observa un enorme rifle de asalto sobre una casa cargado con 217 balas y pienso: ¿en serio quieres que linke esto con tu título y con la reflexión del personaje acerca de cómo los niños salen corriendo?...en fin…Eso no es lo peor, lo peor es que nos hace seguir la vida de un policía, PAUL y de un yonqui, y toda la magia expuesta durante los primeros 40 minutos desaparece y empieza a asomar un extraño tufillo a comedia absurda que me hace pensar: Dios, no…no lo hagas.
Lo hace. Sí.
¿Por qué no sigue con la trama de los padres o de la policía tratando de resolver el caso?, porque entonces no sería obra de este señor.
WEAPONS no es terror al uso, no es comedia, no es thriller tampoco, es un híbrido extrañísimo. Es como el cóctel que hacías en las bodas donde mezclabas coca-cola, fanta y gaseosa y luego le decías al tío de turno: prueba, que está delicioso, jeje. La mirada de desconfianza es la misma que se me quedó a mi en la butaca.
El último acto mejora, porque vuelve al terror psicológico, aquel que mejor maneja. Probablemente, el más fácil de aprender también, los mecanismos están más que vistos. La bruja GLADYS, el personaje que firma Amy Madigan, se hace con la trama y asistimos a secuencias muy impactantes como la de los tenedores… no digo más que me erizo…
El final de WEAPONS es inclasificable. Todo el mundo descojonado en el cine viendo el final de una película que siempre pareció lo que no es. Muchos la definieron como un trailer que se extiende durante dos horas…. no les falta razón.
Personalmente no acabo de entender por qué juega a hacer comedia de algo tan jodidamente doloroso. Es obvio que Cregger no es un director purista y desarrolla sus guiones de tal manera que, toda la presión insuflada durante los primeros minutos de sus películas acabas expulsándolo en la misma sala a carcajada limpia. También le pasó en BARBARIAN.
Veremos en qué queda este señor, que como digo, tiene una mente única y muy personal para el terror.